Si tienes una mascota, seguro ya tienes varias fotografías en tu celular; igual y hasta de mascotas que no son tuyas. ¿Por qué no hacerle fotografías con tu cámara? Una de las mejores oportunidades de práctica para hacer fotografía, está en ese modelo que te tiene plena confianza, tiene demasiado tiempo libre y le gusta pasar tiempo contigo.
No importa el tipo de mascota o el tamaño, incluso no importa el tipo de cámara que tengas, basta con dedicarle tiempo a la sesión para mejorar tus habilidades. Reconocimiento de luz, encuadre, dirección de modelo…, varias características que ayudaran reforzar tus conocimientos de fotografía para aplicarlos después sin importar el tema.
Estos son algunos puntos que con esta práctica podrías reforzar:
Velocidad de respuesta.
Si no conoces aún cómo mover las funciones de cámara, te ayudará a reconocerlas; si ya las conoces a la perfección, te ayudará a configurarla más rápido para hacer fotografía. Lo podrías hacer con un objeto inanimado, con una luz fija y sobre una mesa. Pero al hacerlo con un sujeto que esté en movimiento, te ayudará a forzarte a responder rápido, de lo contrario te perderás el momento.
Traer tu cámara contigo.
Alguna vez escuché de un profesor: Para ser mejor fotógrafo, hay que hacer foto. La indirecta, en parte, era que lleváramos la cámara con nosotros todas las veces que podamos. Si sacas a pasear a tu mascota o acompañas a un amigo es una gran oportunidad. Así no sólo harías fotografías de tu sujeto en exterior, donde las condiciones de luz varían más; sino que tienes la oportunidad de hacer fotografía de paisajes, retratos, detalle…, cualquier cosa que llame tu atención.
Tener paciencia.
Los animales suelen ser impacientes, desinteresados, distraídos, nerviosos o tímidos; todo lo que no buscas en un modelo. Más allá de tu habilidad con la cámara, es importante tener paciencia y calma. Así como lograr no enojarte con tu sujeto, desesperarte en poco tiempo, frustrarte porque no te sale la fotografía o querer abandonar todo porque no obtienes el resultado que esperabas.
Enfrentarse a lo impredecible.
No sabes lo que está pensando el animal, menos te va a decir qué es lo que va hacer. Tienes que estar atento al momento mágico y reaccionar con rapidez. Hacerlo con frecuencia te ayudará a reconocer con mayor facilidad qué es lo que le sobra o le hace falta a tu fotografía. En lugar de preparar el momento, te enfrentarás a reaccionar ante el momento y a decidir en qué momento disparar.
Mejorar la iluminación
Sin importar si es natural o artificial podrás ver cómo se comporta la luz en diferentes espacios, hasta tener la oportunidad de colocar a tu sujeto con distintos tipos de luz o esquemas de iluminación.
Recuerda que tienes la ventaja de que tu modelo no tiene prisa por hacer las cosas, entonces puedes fallar cuantas veces sea necesario para lograr el resultado esperado. También te ayudará a reconocer cómo resaltar o disminuir las texturas, sombras o puntos de interés.
Además, siempre se ven lindos… o al menos graciosos. Sé que no es fácil y requiere de tiempo, pero al final cuando ves y sientes el resultado es cuando sabes que realmente vale la pena.
¿Te gustaría compartirnos fotografías de tu mascota?
Por Emma Morales