La noche del 26 de abril, justo antes de la 1:30, sonó el teléfono. Miradas confundidas entre el receptor y sus acompañantes inhundaban los espacios, así como la incertidumbre del accidente llenaba las calles. ServidoresContinuar Leyendo
La noche del 26 de abril, justo antes de la 1:30, sonó el teléfono. Miradas confundidas entre el receptor y sus acompañantes inhundaban los espacios, así como la incertidumbre del accidente llenaba las calles. ServidoresContinuar Leyendo