Los mejores modelos de flash portátil.
La invención del flash fue una de las grandes revoluciones de la fotografía.
La posibilidad de contar con una fuente de luz extra abrió posibilidades impensadas hasta ese entonces. Claro, era un “sistema” muy lejano a lo que conocemos hoy, realmente aquellos primeros destellos eran provocados por una pequeña explosión de magnesio medianamente controlada. La necesidad de sortear condiciones precarias de iluminación ha impulsado el desarrollo de este aditamento hasta que se llegó al flash electrónico, y de ahí a convertirlo en un pequeño accesorio alimentado por baterías que fácilmente podemos montar en una cámara.
¿Cómo escoger un flash?
Sabemos que en esencia cada flash hace lo mismo: proporcionarnos un destello potente que nos permite fotografiar en condiciones de baja iluminación, rellenar sombras, congelar el movimiento, etc. Pero cuando decidimos comprar uno, como suele ser nos topamos con infinidad de opciones, modelos, y por supuesto, precios.
Generalmente cualquier flash portátil actual permite el movimiento de su cabeza, con lo que podemos rebotar la luz y conseguir resultados más “naturales”. Así mismo, notaremos que todas las unidades cuentan con la opción de funcionamiento manual/automático, y la capacidad de controlar la intensidad del destello. Tampoco podemos dejar de lado la posibilidad de destellarlos a distancia (contando con los dispositivos adecuados) abriendo la posibilidad a usarlos en un estudio; las diferencias comienzan justamente con la intensidad máxima de destello. Entre mayor sea, mayor será el área y la distancia que podemos cubrir, por lo que es un factor muy importante que considerar.
Después de la intensidad, la marca es otro factor muy importante por una simple razón: si usamos un flash de la misma marca que nuestra cámara aseguramos compatibilidad y control máximo, cuando no es así casi siempre el flash seguirá funcionando, pero no podremos aprovechar al 100% todas sus capacidades.
¿Qué marca de flash debo elegir?
Pero, ¡momento! ¿Qué hay de todas esas marcas que ofrecen unidades bastante más económicas que las tres principales, Sony, Canon y Nikon? Hablo de casos como Yongnuo, Godox, etc. También representan muy buenas opciones, pero su uso requiere más pericia y experiencia, esto porque, al no estar tan integrados con la cámara exigen su uso predominantemente en modo manual.
Aquí hay que dejar algo claro, y es que no necesariamente el flash más caro es el mejor para nosotros. A diferencia de lo que pasa con las cámaras, donde sí, un formato más grande nos puede traer ciertas ventajas en cuanto a la definición de la imagen, en el caso de un flash portátil la ventaja de las unidades más costosas está principalmente en los automatismos que proporcionan. Existen modelos que incorporan inteligencia artificial y automáticamente mueven el cabezal para que la dirección del rebote sea la “más adecuada”, o adicionalmente al estrobo ofrecen luz continua, por poner un ejemplo. El punto es que, con la debida pericia y experiencia, es posible suplir la falta de estas capacidades.
¿Cuál flash es el mejor?
Así, todo se reduce a que, cuando decidamos adquirir un flash, tratemos de que, o este coincida con la marca de la cámara que usemos o sea genérico. Te listamos algunos modelos meramente a modo de referencia.
- Canon: Speedlite EL-1, Speedlite 600EX II-RT, Speedlite EL-100, Speedlite 470EX AI.
- Nikon: SB-5000 AF Speedlight, SB-700 AF Speedlight, SB-500 AF Speedlight, SB-300 AF Speedlight.
- Sony: HVLF60RM, Sony HVL-F45RM, HVL-F28RM.
- Genéricos: Yongnuo YN560 IV, Yongnuo YN660, Godox TT350O, Godox Ving V860II-N.
Para concluir, no olvides que si deseas adquirir los conocimientos para aprovechar al máximo tu flash, contamos con el curso para ello.
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