Hay más allá de lo que puedes ver. En nuestro entorno, a diario, en cualquier espacio (además de lo que ignoramos ver) hay espectros que no podemos percibir. La fotografía infrarroja nos muestra un ambiente más frío y onírico, mientras que la ultravioleta nos brinda colores brillantes, vivos e inigualables.
Con luz infrarroja.
Este tipo de fotografía la puedes ocupar para generar un gran contraste, normalmente se utiliza en paisajes. Lo común es que obtengas azules llegando a negros y verdes llegando a blancos, pero dependiendo de la edición que le des a tus fotografías es el color que obtendrás.
Sólo se necesita una cámara DSLR, tripié, Photoshop (para poder invertir las tonalidades rojas generadas por el filtro) y, lo más importante, un filtro infrarrojo. El filtro infrarrojo se ocupa de no permitir que pase el espectro de luz visible, es decir, sólo pasa la luz infrarroja, creando tonalidades que no podrías captar con otro método, inclusive si decides revelar tu fotografía a blanco y negro.
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Con luz ultravioleta.
Al contrario de la infrarroja, esta técnica se utiliza más en retratos. También se conoce como Black Light painting, ya que se utiliza pintura corporal que es visible con lo que comúnmente conocemos como: luz negra. De esa forma, lo único que percibirá la cámara es aquello que pueda iluminar la luz ultravioleta.
En lugar de necesitar un filtro, el elemento más importante en este caso es la luz negra, la encargada de emitir la luz UV. Puedes agregar un flash con una gelatina para agregar color o separar a tu sujeto del fondo negro. Al ser un ambiente con poca luz, recuerda utilizar un tripie y lentes luminosos.
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Al reconocer los distintos espectros que no percibimos te puede ayudar a exponer de una forma diferente tu fotografía. Por ejemplo, ¿Sabías que los colores también emiten sonido? Es posible hacer fotografías que su objetivo sea escucharlas conforme a los colores que la componen, en lugar de observarlas.
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La fotografía es, a veces, lograr exteriorizarnos. Lograr eternizar un instante, emoción o reflejo de nuestra realidad. ¿Cómo llevarnos más allá con aquello que no percibimos? ¿Qué técnicas propondrías para llevar al espectador más allá de lo que puede percibir?
Por Emma Morales