La fotografía de retrato es la que más despierta sentimientos. Es un instante capturado que contiene muchos momentos y muchos espacios para interpretar. Captar una historia a partir de la expresión de un rostro, de una mirada no es nada fácil. ¿Cómo sacar lo mejor de un modelo? ¿Cómo conseguir fotos naturales? Hay muchos trucos para convertir tus fotografías de retratos en imágenes impactantes y profesionales.
Abre el diafragma : Utiliza el modo de prioridad a apertura y reduce el valor f . Así el sujeto saldrá bien enfocado y nítido, contrastando con un fondo muy desenfocado.
Busca un fondo simple: Reduce lo más posible los elementos que puedan distraer de la contemplación de la persona que estás fotografiando. Procura localizar fondos neutros y, si es posible, desenfócalos.
Enfoca en los ojos : Los ojos deben tener un papel central en los retratos. Unos ojos bien enfocados suelen causar un efecto impactante. ¡La mirada es el reflejo del alma!
Aprovecha la luz de la ventana: Si no cuentas con equipo profesional de iluminación puedes usar la luz de la ventana. La luz natural procedente de la ventana llenará su rostro y sus ojos de vida y de expresividad. ¡No dispares a contraluz de la ventana! Podemos colocar a nuestros sujetos cerca de la ventana, y utilizar una cartulina blanca como reflector de relleno.
La luz: ¡Evita la luz directa! La disposición básica de iluminación en estudio implica dos luces: una luz principal ( a la izquierda de la cámara a unos 45º) y una luz secundaria menos intensa que suaviza las sombras (a la derecha a unos 45º de la cámara).
El encuadre. Podemos utilizar los siguientes:
- Primerísimo plano. Parte del rostro.
- Primer plano. El rostro ocupa la totalidad de la imagen.
- Plano medio. Rostro, hombros y pecho, hasta codos.
- Plano americano. De la rodilla hacia arriba.
- Plano general. Vista completa del sujeto y parte de su entorno.
Seguro tú tienes un consejo que sueles aplicar, y que te funciona muy bien, ¡Comparte con nosotros!
Por Irini Vou